En la antigüedad poseía un aforo para 50.000
espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena
eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los
estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de
gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, bajo el mandato del
emperador Vespasiano. El
anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se
completó por el emperador Tito, y
fue modificado durante el reinado de Domiciano. Su inauguración duró 100 días,
participando de ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas
de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del
pueblo.
El Coliseo se usó durante casi 500 años, las
peleas de gladiadores y muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí,
como naumaquias, caza de
animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de
ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue
reutilizado como infinidad de cosas. De sus ruinas se extrajo abundante
material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros
martirizados durante los primeros años del Cristianismo.
Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada
debido a los terremotos, el
Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los
ejemplos mejor conservados de la arquitectura
romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma.
En la Roma Clásica
En 29 a. C. el cónsul romano construyó un anfiteatro en el Campo de Marte. Esta construcción fue
el primer anfiteatro de gran tamaño de la ciudad, con todas las instalaciones
necesarias. Este edificio quedó destruido en el Gran
incendio de Roma, surgiendo la necesidad de un nuevo anfiteatro.
La construcción del Coliseo empezó
bajo el mandato del emperador Vespasiano. El
emplazamiento elegido era un área llana entre las colinas a través del cual fluía una corriente
canalizada. El emperador Nerón hizo su casa en las ruinas del antiguo
anfiteatro. En ella ordenó construir una laguna artificial, rodeada de jardines
y pórticos. El ya existente acueducto se
amplió para que llegara hasta esa zona, y la gigante estatua de bronce conocida
como el Coloso de Nerón se colocó al lado de la
entrada de la Domus Aurea. De
esta estatua recibe el anfiteatro el nombre de coliseo.
El área se transformó durante el
reinado de Vespasiano y sus
sucesores. Aunque el Coloso se conservó, se derribó buena parte de la Domus Aurea. El lago se rellenó y la
tierra se reutilizó como emplazamiento para el nuevo Anfiteatro Flavio. Donde
anteriormente se encontraba la Domus Aurea se
construyeron escuelas de gladiadores y otros edificios relacionados. Según una
inscripción reconstruida que se encontró en el lugar, el emperador Vespasiano ordenó que este nuevo
anfiteatro se erigiera usando su parte del botín como general. El
Coliseo puede así ser interpretado como un gran monumento triunfal, siguiendo
la tradición de celebrar las grandes victorias. La
decisión de Vespasiano de construir el Coliseo en el emplazamiento del lago de
Nerón puede ser vista como un gesto popular para devolver a la gente un área de
la ciudad de la que Nerón se había apropiado para uso exclusivo. Al contrario
que muchos otros anfiteatros, que
se situaban a las afueras de la ciudad, el Coliseo estaba construido justo en
el centro de la urbe; situándolo literal y simbólicamente en el corazón de Roma.
El Coliseo albergó espectáculos como
las venationes (peleas de animales) o los noxii (ejecuciones
de prisioneros por animales), así como las munera:
peleas de gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y
1.000.000 de personas. Asimismo, se celebraban, espectaculares batallas navales
que requerían inundar la arena de agua. En los primeros años, antes de
construirse los sótanos bajo la arena. El Coliseo poseía un avanzado sistema de
canalización de agua que permitía llenar y vaciar rápidamente el piso inferior.
Se desconoce la identidad del arquitecto del
edificio, como ocurría en general con la mayoría de las obras romanas: las
edificaciones públicas se erigían para mayor gloria de los emperadores.
Cuando Vespasiano murió en el 79, el
Coliseo ya estaba completo hasta el tercer piso. Su hijo Tito terminó
el nivel superior e inauguró el edificio en el 80.Se mató a más de 9.000
animales salvajes durante los juegos inaugurales del anfiteatro. Más adelante
se remodeló el edificio bajo el mandato del hijo pequeño de Vespasiano, el
recientemente nombrado emperador Domiciano, quien
construyó el hipogeo, una serie de túneles subterráneos
que se usaban para alojar animales y esclavos. También añadió una galería en la
parte superior del Coliseo para aumentar su aforo.
En el 217, el Coliseo fue gravemente
dañado por un gran incendio (causado por una tormenta
eléctrica, que destruyó el suelo de madera en el interior del
anfiteatro. No se reparó del todo hasta el 240 y se siguió remodelando en el
250, y de nuevo en el 320. Una inscripción recoge que varias partes del Coliseo
fueron restauradas por Teodosio II y Valentiniano III, posiblemente para
reparar los daños que causó un terremoto en el 443; y se realizaron más obras
en el 484 y 508. La arena se seguía usando para competiciones hasta bien
entrado el siglo VI, registrándose la última pelea de gladiadores de la
historia cerca del 435. La caza de animales continuó por lo menos hasta el año
523.
En la Edad Media
El
Coliseo representado en un mapa de la Roma Medieval.
El Coliseo experimentó grandes
cambios en su uso durante el periodo medieval. A
finales del siglo VI se
construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del anfiteatro, aunque
aparentemente no le dio un significado religioso al edificio entero. La arena
se transformó en un cementerio. Los
numerosos espacios entre las arcadas y bajo
los asientos se convirtieron en fábricas y refugios.
Muchos de los monumentos antiguos
pasaron a manos de la Iglesia, que era la única autoridad efectiva. Sin embargo carecía
de recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio.
En la Edad Media, la
decadencia de la ciudad afectó a todos los monumentos imperiales. Hubo terremotos que provocaron grandes destrozos en un edificio
prácticamente abandonado en las afueras de la ciudad medieval.
Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue
expulsado de la ciudad, muchos monumentos cayeron en manos de familias nobles
romanas, que los usaron como fortalezas.
Alrededor del 1200 una
familia se apropió del Coliseo y
lo fortificó, convirtiéndolo en su área de influencia. El Coliseo fue cambiando
de manos hasta 1312, en que volvió a la
Iglesia.
El terremoto de 1349 dañó el
Coliseo, haciendo que el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras
desprendidas fueron reutilizadas para construir palacios, iglesias ( incluido
el Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Una orden religiosa se
asentó en el tercio norte del Coliseo y siguió habitándolo hasta principios del siglo XIX. La piedra del interior
del anfiteatro fue picada en exceso, para reutilizárla en otra parte o (en caso
de la fachada de mármol) quemarla para obtener cal viva. Las abrazaderas de
bronce que sostenían la mampostería fueron
arrancadas de las paredes, dejando numerosas marcas. Aún hoy pueden observarse
dichas marcas.
En la Edad Moderna
Contrafuerte
de refuerzo.
A lo largo de los siglos XV y XVI, el travertino que lo
recubría fue arrancado para reutilizarlo en otras construcciones. Entre otras,
se utilizó para el Palacio Barberini y para el Puerto de
Ripetta. También se utilizó para quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó
hasta que Benedicto XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de
los mártires allí ejecutados (si bien se cree que la mayoría de
éstos fueron martirizados en el Circo Máximo).
En el siglo XIX, por
el contrario, comenzaron una serie de obras para estabilizar muchos monumentos
antiguos. Se terminaron varios contrafuertes que son claramente distinguibles hoy día, y sin los
cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se
sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa.
En el presente
El Coliseo es sin duda uno de los
grandes atractivos turísticos de
Roma. Ha sido llevado al cine,
destacando sobretodo Gladiator.
En 1980, la Unesco declaró
el centro histórico de Roma, incluido el Coliseo, Patrimonio de la Humanidad. Desde
2000, las autoridades
mantienen el edificio iluminado durante 48 horas cada vez que en algún lugar
del mundo se le conmuta o aplaza una sentencia de
muerte a un condenado.
Ha sido
designado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.