martes, 13 de marzo de 2012

coliseo romano


 El Coliseo de Roma es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, bajo el mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.  Su inauguración duró 100 días, participando de ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo.
El Coliseo se usó durante casi 500 años, las peleas de gladiadores y muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como infinidad de cosas. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma.
En la Roma Clásica
En 29 a. C. el cónsul romano construyó un anfiteatro en el Campo de Marte. Esta construcción fue el primer anfiteatro de gran tamaño de la ciudad, con todas las instalaciones necesarias. Este edificio quedó destruido en el Gran incendio de Roma, surgiendo la necesidad de un nuevo anfiteatro.
La construcción del Coliseo empezó bajo el mandato del emperador Vespasiano. El emplazamiento elegido era un área llana entre las colinas a  través del cual fluía una corriente canalizada. El emperador Nerón hizo su casa en las ruinas del antiguo anfiteatro. En ella ordenó construir una laguna artificial, rodeada de jardines y pórticos. El ya existente acueducto se amplió para que llegara hasta esa zona, y la gigante estatua de bronce conocida como el Coloso de Nerón se colocó al lado de la entrada de la Domus Aurea. De esta estatua recibe el anfiteatro el nombre de coliseo.
El área se transformó durante el reinado de Vespasiano y sus sucesores. Aunque el Coloso se conservó, se derribó buena parte de la Domus Aurea. El lago se rellenó y la tierra se reutilizó como emplazamiento para el nuevo Anfiteatro Flavio. Donde anteriormente se encontraba la Domus Aurea se construyeron escuelas de gladiadores y otros edificios relacionados. Según una inscripción reconstruida que se encontró en el lugar, el emperador Vespasiano ordenó que este nuevo anfiteatro se erigiera usando su parte del botín como general. El Coliseo puede así ser interpretado como un gran monumento triunfal, siguiendo la tradición de celebrar las grandes victorias. La decisión de Vespasiano de construir el Coliseo en el emplazamiento del lago de Nerón puede ser vista como un gesto popular para devolver a la gente un área de la ciudad de la que Nerón se había apropiado para uso exclusivo. Al contrario que muchos otros anfiteatros, que se situaban a las afueras de la ciudad, el Coliseo estaba construido justo en el centro de la urbe; situándolo literal y simbólicamente en el corazón de Roma.
El Coliseo albergó espectáculos como las venationes (peleas de animales) o los noxii (ejecuciones de prisioneros por animales), así como las munera: peleas de gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas. Asimismo, se celebraban, espectaculares batallas navales que requerían inundar la arena de agua. En los primeros años, antes de construirse los sótanos bajo la arena. El Coliseo poseía un avanzado sistema de canalización de agua que permitía llenar y vaciar rápidamente el piso inferior.
Se desconoce la identidad del arquitecto del edificio, como ocurría en general con la mayoría de las obras romanas: las edificaciones públicas se erigían para mayor gloria de los emperadores.
Cuando Vespasiano murió en el 79, el Coliseo ya estaba completo hasta el tercer piso. Su hijo Tito terminó el nivel superior e inauguró el edificio en el 80.Se mató a más de 9.000 animales salvajes durante los juegos inaugurales del anfiteatro. Más adelante se remodeló el edificio bajo el mandato del hijo pequeño de Vespasiano, el recientemente nombrado emperador Domiciano, quien construyó el hipogeo, una serie de túneles subterráneos que se usaban para alojar animales y esclavos. También añadió una galería en la parte superior del Coliseo para aumentar su aforo.
En el 217, el Coliseo fue gravemente dañado por un gran incendio (causado por una tormenta eléctrica, que destruyó el suelo de madera en el interior del anfiteatro. No se reparó del todo hasta el 240 y se siguió remodelando en el 250, y de nuevo en el 320. Una inscripción recoge que varias partes del Coliseo fueron restauradas por Teodosio II y Valentiniano III, posiblemente para reparar los daños que causó un terremoto en el 443; y se realizaron más obras en el 484 y 508. La arena se seguía usando para competiciones hasta bien entrado el siglo VI, registrándose la última pelea de gladiadores de la historia cerca del 435. La caza de animales continuó por lo menos hasta el año 523.
En la Edad Media
El Coliseo representado en un mapa de la Roma Medieval.
Archivo:Coliseo medieval.jpg
El Coliseo experimentó grandes cambios en su uso durante el periodo medieval. A finales del siglo VI se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del anfiteatro, aunque aparentemente no le dio un significado religioso al edificio entero. La arena se transformó en un cementerio. Los numerosos espacios entre las arcadas y bajo los asientos se convirtieron en fábricas y refugios.
Muchos de los monumentos antiguos pasaron a manos de la Iglesia, que era la única autoridad efectiva. Sin embargo carecía de recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio. En la Edad Media, la decadencia de la ciudad afectó a todos los monumentos imperiales. Hubo terremotos que provocaron grandes destrozos en un edificio prácticamente abandonado en las afueras de la ciudad medieval.
Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue expulsado de la ciudad, muchos monumentos cayeron en manos de familias nobles romanas, que los usaron como fortalezas. Alrededor del 1200 una familia  se apropió del Coliseo y lo fortificó, convirtiéndolo en su área de influencia. El Coliseo fue cambiando de manos hasta 1312, en que volvió a la Iglesia.
El terremoto de 1349 dañó el Coliseo, haciendo que el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras desprendidas fueron reutilizadas para construir palacios, iglesias ( incluido el Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Una orden religiosa se asentó en el tercio norte del Coliseo y siguió habitándolo hasta principios del siglo XIX. La piedra del interior del anfiteatro fue picada en exceso, para reutilizárla en otra parte o (en caso de la fachada de mármol) quemarla para obtener cal viva. Las abrazaderas de bronce que sostenían la mampostería fueron arrancadas de las paredes, dejando numerosas marcas. Aún hoy pueden observarse dichas marcas.
En la Edad Moderna
Contrafuerte de refuerzo.
Archivo:ColusseumEdge.jpg
A lo largo de los siglos XV y XVI, el travertino que lo recubría fue arrancado para reutilizarlo en otras construcciones. Entre otras, se utilizó para el Palacio Barberini y para el Puerto de Ripetta. También se utilizó para quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó hasta que Benedicto XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de los mártires allí ejecutados (si bien se cree que la mayoría de éstos fueron martirizados en el Circo Máximo).
En el siglo XIX, por el contrario, comenzaron una serie de obras para estabilizar muchos monumentos antiguos. Se terminaron varios contrafuertes que son claramente distinguibles hoy día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa.
En el presente
El Coliseo es sin duda uno de los grandes atractivos turísticos de Roma. Ha sido llevado al cine, destacando sobretodo Gladiator.
En 1980, la Unesco declaró el centro histórico de Roma, incluido el Coliseo, Patrimonio de la Humanidad. Desde  
2000, las autoridades mantienen el edificio iluminado durante 48 horas cada vez que en algún lugar del mundo se le conmuta o aplaza una sentencia de muerte a un condenado.
Ha sido designado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.